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Shimogamo-jinja.

Kyoto, Japón.

La urbe de Kyoto se encuentra situada en la parte central de Honshu, isla principal del archipiélago de Japón. Ésta ha sido la capital cultural nipona durante más de diez siglos por lo que esta ciudad es cuna de símbolos que perduran más allá del tiempo y del espacio, como sus ceremonias y jardines, o en este caso, su arquitectura tradicional.

 

Santuario de paz y sosiego, el templo Shimogamo fue contruido en el Siglo VI, cerca del conocido Bosque de la Verdad, más concretamente entre los ríos Kamagowa y Takanogawa. Los colores vivos que cubren sus portones y fachadas, así como sus tejados pareciera que intentaran camuflarse con los árboles que lo protegen, aumentando la sensación de armonía.

 

Al visitar el templo en sus diferentes estancias, se puede percibir la importancia de la inclusión de la naturaleza. Los jardines están compuestos de riachuelos que lo dotan de una misticidad acrecentada por el leve sonido del agua que recorre sus interiores.

 

El conjunto de Shimogamo dedica su culto al dios del trueno y sirvió como cenobio a la familia del clan Kamo, que vivió en esta región antes incluso de que Kyoto se convirtiera en capital de Japón.

 

Este santuario religioso sintoísta, cuyas creencias principales son la adoración a los espíritus de la naturaleza fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994 pasando a ser uno de los templos más visitados de la ciudad.

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